Se fue. Meses en blanco hasta que todo pasó de repente. Empezó en un billar perdido en Arboledas, luego llegó el verano y trajo a todos los demás. Tocaron, mateamos, me tiraron en el slam. Hablamos, hice sus stickers, intercambiamos música, llegué al Local. Festivales, cervezas, slam, bandas, gente, descubrir un universo oculto en esta ciudad. Roomies, exposiciones, colaboraciones, tocadas cada semana y hasta 3 por cada una. Conversaciones, impresiones, fotos, muchas más fotos, crowd surfing. Él. Ellos, ellas. El tráfico, los destrozos, todo lo que cabe en un Chevy. Guacarear, desilusionarse, esperar todo el día y no vender nada, los que murieron, cerrar la puerta para no verlos pelear, escapar. Dormir tarde, sonreir al recordar, vagar sola por la ciudad dibujando edificios. Saberse viva.
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